Hace unas semanas recibí una llamada de una de las parejas que celebrarán su boda en 2021.
Me comentaron que querían formalizar su matrimonio cuanto antes, aunque celebrasen la boda el año que viene. Me pareció una idea genial porque no interfiere para nada hacer el trámite legal un año antes y realizar la celebración más tarde.
Hablaron con el juez porque querían que fuese algo sencillo e íntimo pero bonito, y me propusieron realizar la ceremonia coordinada con el juez. Por supuesto, cada uno realizaría su parte.
Me hizo mucha ilusión. Aunque he realizado bastantes ceremonias, nunca había oficiado una como esta.
Cuando llegamos allí, teníamos que tener cuidado. Nadie de la familia, salvo los novios y los testigos, sabía que se iba a celebrar una boda en ese momento. Fue muy emotivo ver las caras de sorpresa de los padres de los novios cuando se enteraron de todo.
El juez fue encantador. Me ofreció empezar la ceremonia para hablar un poco de los novios; es decir, hacer la bienvenida. Quería que hiciese mi parte como maestra de ceremonias. Y así lo hicimos. Él se encargó de las partes legales. Incluso, diseñé un ritual especial para la pareja adaptado a su historia y a sus circunstancias.
No pudimos quitarnos las mascarillas en ningún momento, pero no por ello, la ceremonia fue menos emotiva.
Lo pasamos genial.
M y E, muchas gracias por dejarme participar en este día tan especial.
¡Enhorabuena chicos!
Esto no acaba aquí, en 2021 lo celebraremos por todo lo alto.